Excursión de fin de curso de la fraternidad laical de Santo Domingo de Barcelona
El pasado 7 de julio un grupo de hermanos de la Fraternidad laical de Santo Domingo de Barcelona acompañados por el Asistente Religioso Fr. Luis Carlos Bernal, subieron a un autocar y dirigieron su rumbo a la ciudad de Terrassa para despedir el curso 2015-2016.
Visitaron el conjunto monumental más importante de la ciudad y una de las joyas del arte románico catalán, las Iglesias de San Pedro situadas en la confluencia de los antiguos torrentes de Vallparadís y Monner, hoy Parque de Vallparadís, en el antiguo núcleo visigótico de Égara, origen del pueblo de San Pedro, hoy un barrio de Terrassa. Fueron la sede del antiguo obispado de Égara en los siglos V-VIII, desmembrado del obispado de Barcelona.
Las iglesias de San Pedro lo forman 3 iglesias románicas, dedicadas a San Pedro, San Miguel y Santa María.
La Iglesia de San Pedro es la más grande de las tres. Tiene una sola nave con un ábside trilobulado y un transepto; el techo es de bóveda de cañón. La cabecera (ábside y transepto) es de la época prerrománica, siglos IX y X, y la nave es del siglo XII. La fachada está coronada por una cornisa con un friso escultural sostenido por ménsulas en forma de cabezas humanas. Tiene dos campanarios, uno de espadaña, de origen románico y otro más moderno cerca del transepto.
La Iglesia de San Miguel es la única de las tres que conserva la planta primitiva entera, la cual es cuadrada y tiene una cruz griega con nichos en los ángulos en la pared este, sobre el ábside, de planta de herradura por dentro y hexagonal por fuera. En el interior, en el centro de la planta cuadrada, está el cimborrio cubierto por una cúpula sostenida por ocho columnas hechas con fragmentos visigóticos aprovechados y cuatro capiteles tardorrománicos. Debajo de la cúpula está la piscina del baptisterio, de base octogonal.
La Iglesia de Santa María es un edificio románico de principios del siglo XII, se encuentra al sur del recinto y tiene una planta de cruz latina. La cabecera, con el ábside de herradura por dentro, y cuadrado en el exterior, pertenece a un templo de construcción anterior. El techo de la nave es de bóveda apuntada y el del transepto es de bóveda semicircular. En el crucero se levanta el cimborrio octogonal coronado por un pequeño campanario de torre de dos pisos, con un tejado de cuatro vertientes.
La bóveda del ábside está cubierta de pinturas murales de tipo lineal, con trazos rojos y verdes, que narran la vida y la Pasión de Cristo; aunque siguen el estilo paleocristiano datan, seguramente del siglo X. Los muros de Santa María guardan destacadas piezas artísticas, a manera de museo, que recoge las obras principales de todo el conjunto episcopal de San Pedro. En el transepto se encuentran tres retablos góticos de gran valor.
En la Iglesia de Santa María hicieron una plegaria y cantaron el Himno del Jubileo. Después de contemplar estas maravillas, pasearon por las calles de Terrassa y finalizaron la mañana con una suculenta comida. Después de hacer una larga sobremesa, subieron al autocar que les condujo al Convento de Santa Catalina Virgen y Mártir de Barcelona.
Como siempre reinó muy buen ambiente entre todos los que se apuntaron a la excursión
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