Tarde de Domingo en Familia Dominicana
Hermanas y hermanos de las fraternidades Santo Domingo de Scala Coeli de Córdoba y “Amigos de Dios” de Bormujos visitaron a la comunidad del Monasterio de Santa María de Gracia.
El pasado Domingo día 23 de julio, un grupo de hermanos de la Fraternidad laical dominicana “Amigos de Dios“ de Bormujos, se desplazó a Córdoba, para visitar a su anterior asistente religiosa, sor María Montserrat, elegida Secretaria de la Federación de Ntra. Sra. del Rosario de las Monjas Dominicas de España, por lo que actualmente se encuentra en el Monasterio de Santa María de Gracia, de las Madres Dominicas en Córdoba.
Haciendo honor a su invitación, un nutrido grupo de hermanos de la Fraternidad laical de Santo Domingo de ScalaCoeli, de Córdoba, acudimos también a dicho Monasterio, y juntos con los primeros y las hermanas contemplativas del Monasterio, entre las que se encontraban, además de sor Mª Monserrat, sor Ana María – nueva priora federal- y sor Marcela –priora del Monasterio-, a quienes agradecimos su presencia, tuvimos una tarde llena de espiritualidad y dominicanismo.
En primer lugar, y teniendo como base el texto del Evangelio del día -las parábolas del trigo y la cizaña, de la levadura y del grano de mostaza- realizamos la lectio divina, tratando de descubrir con la participación de todos lo que nuestro Señor Jesucristo quiso decir a través de dichas parábolas, y lo que hoy nos quiere decir a cada uno de nosotros, en cada una de sus circunstancias personales, familiares, comunitarias y sociales.
Tras ello, pasamos a la Iglesia donde cantamos y rezamos todos juntos las Vísperas.
Finalmente, fuimos agasajados con un sencillo pero muy oportuno y agradecido refrigerio por parte de nuestras hermanas contemplativas.
En opinión de todos los presentes, contemplativas y laicos, se trató de un acto lleno de amor hacia el Señor y de confraternización entre los hermanos, haciéndonos el propósito de volver a repetirlo en próximas ocasiones, dado el bien que estamos seguros nos puede hacer a todos.
En resumen, una verdadera y feliz tarde en familia “dominicana”.