Día 6: Jesús y Domingo sabían cuál era su por qué. ¿Y nosotros?
Sexto día del Congreso y se han cumplido las previsiones de que iba a ser el más intenso de trabajo por parte de la Asamblea. Además Fr. Gerald Stookey O.P. fundamentó la lucha por la justicia de Jesús.
Inicia la jornada en la capilla con oración personal ante el Santísimo. Tras el desayuno se tuvo la celebración de laudes y la eucaristía, preparada por los hermanos africanos de lengua inglesa, haciéndose notar la alegría y fuerza que transmiten en sus celebraciones. Una eucaristía especial ya que, es la conmemoración a San Luis Beltrán, santo misionero dominico, patrón de Colombia y de todos los novicios, por lo que se ha querido tener muy presentes a todos los novicios y estudiantes de nuestra Orden: hombres y mujeres que se están preparando para convertirse, por la gracia y la misericordia de Dios, en frailes dominicos y hermanas dominicas.
Fr. Gerald Stookey O.P., fraile estadounidense, se ha dirigido a la asamblea con la última charla de este congreso bajo el título: Cristo es nuestra PAZ –que tiene como punto de partida la lectura de Efesios 2,14-. Su intervención inicia diciendo que él ha venido a hablar de Jesús de Nazaret, porque tiene la sensación de que los dominicos predicamos poco a Jesús.
Continúa la intervención diciendo que él, junto con un nutrido grupo de cristianos y el Sr. Obispo de su Diócesis al frente, ha estado luchando contra la pena de muerte, aprobada por los políticos de su Estado. En esa lucha fue consciente de que los no católicos utilizaban razones tales como, el racismo o la pobreza, para ir en contra de la pena de muerte. En cambio, las razones católicas deben ir más allá: todas las personas han sido creadas a imagen de Dios y creemos en el perdón de Jesús, incluso para los criminales. Es decir, si sabemos el porqué de algo sabremos cómo actuar. Jesús y Domingo sabían su por qué. Y nosotros también debemos saber y conocer el nuestro: que es Dios. Si no tenemos a Dios como nuestro primer por qué en la búsqueda de la justicia y la paz, no encontraremos nuestro camino y no podremos enseñar y ayudar a los demás.
A continuación, Fr. Gerald, nos describe algunos elementos destacados de la personalidad de Jesús:
- Jesús es fiel a las tradiciones judías. Por ejemplo, se refiere a Dios como Padre. Un Dios que es amor puro, nos da todo lo que necesitamos y no nos abandonará a pesar de que los tiempos sean difíciles. Un Dios que tiene una especial consideración hacia los pobres y necesitados.
- Desde el punto de vista sociológico, Jesús fue un personaje muy interesante y situado en un momento socio-político vital. Jesús era un judío, pobre, perteneciente a un grupo social minoritario en Galilea, además de que su país fue ocupado por un ejército invasor: el romano; vivió en una época de grandes disturbios, sus padres debieron refugiarse en Egipto, sufrió como un predicador errante, era un laico que formó a un grupo de seguidores, rompió y atacó las leyes judías de la pureza y el Sabbat, sus enemigos lo apresaron y, finalmente, lo mataron.
Seguidamente, Fr. Gerald se detiene en el aspecto de lucha por la justicia de Jesús. Comenta que, en una encuesta realizada entre estudiantes de su universidad sobre personas que puedan ser consideradas héroes luchadores por la justicia, ninguno mencionó a Jesús de Nazaret. Y ello le sirve para preguntarse: ¿qué significa justicia para nosotros?
Para ello, hemos de realizar una primera distinción desde el plano dominicano entre acción de caridad y acción por la justicia y la paz; entendiendo la primera como una acción de socorro y la segunda como trabajo para cambiar las leyes injustas y corregir las injusticias.
El P. Stookey habla primero de la justicia distributiva usando como ejemplo el milagro de Jesús de los panes y los peces, dando una regla de oro: haz a los demás lo que tú quisieras que los demás te hagan a ti.
Continúa hablando de la justicia retributiva, haciendo hincapié en que Jesús fue el primer transgresor de la ley de su tiempo. Jesús no aprueba la Ley del Talión, sino que más bien habla de “poner la otra mejilla”. Jesús apoya la justicia restaurativa, aquella que mantiene que si se realiza una acción mala, habrá que ayudar a restaurar la situación existente anteriormente, aquella que busca y restaura la paz. Jesús nunca dijo matar, sino amar. Jesús está por la paz, es un verdadero pacifista. Y eso es a lo que debemos aspirar en la sociedad actual: concienciar a los demás en la no violencia, en la paz; tener claro que la justicia y la paz pueden detener todo tipo de guerras. Se debe luchar por un mundo justo, pacífico y sostenible, porque como encontramos en Efesios 2, 14: “CRISTO ES NUESTRA PAZ”.
Finalizada la intervención de Fr. Gerald Stookey, O.P., y tras un breve receso, se da paso a la plenaria con la continuación del estudio y aprobación de propuestas de la Comisión de Oración y Predicación. Seguidamente se trabajaron las propuestas de la Comisión de Promotores. Tras el almuerzo, se han estudiado y aprobado las propuestas de las comisiones de Comunicación y Finanzas, también las de la Comisión de Gobierno, Reglas y Estatutos y, finalmente, las de Estudio y Formación.
Poco tiempo antes del comienzo de la cena se ha concluido esta sesión plenaria, con la alegría de haber podido estudiar, modificar en muchos casos y, finalmente aprobar todas las propuestas presentadas por las comisiones de trabajo.
A modo de acción de gracias, y al ser la última noche del Congreso, Fr. Juan Carlos Cordero, O.P. , José Vicente Vila O.P. y un servidor, hemos asistido a la “Capilhina” de las Apariciones de Fátima al Rosario y la procesión de la velas, teniendo presentes y rezando por todas las Fraternidades de nuestra Provincia de Hispania.
Antonio-Jesús Rodríguez, O.P.