CELEBRACIÓN DE PROMESAS PERPETUAS REAL BASÍLICA DE NUESTRA SEÑORA DE ATOCHA
El pasado Domingo, 3 de julio, Fiesta de Santo Tomás, Apóstol, en el marco de la Eucaristía presidida por fray Iván Calvo, en la Real Basílica de Nuestra Señora de Atocha, en Madrid, realizaron su Promesa Perpetua Dña. Covadonga Estévez Sarabia, O.P. y D. Feliciano Fernández Ruiz, O.P.
El pasado Domingo, 3 de julio, Fiesta de Santo Tomás, Apóstol, en el marco de la Eucaristía presidida por fray Iván Calvo, en la Real Basílica de Nuestra Señora de Atocha, en Madrid, realizaron su Promesa Perpetua Dña. Covadonga Estévez Sarabia, O.P. y D. Feliciano Fernández Ruiz, O.P.
Tras la lectura del Evangelio correspondiente a ese día (Lc 10,1-12.17-20):
Designó al Señor otros setenta y dos, y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir Él. Y les decía: “La mies es abundante y los obreros pocos: rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino!..”]
En la homilía, fray Iván, junto a los propios e inspirados comentarios del Evangelio, animó a todos a ser valientes y confiados en el Espíritu Santo, y que estas Promesas Perpetuas de hoy cobran mayor importancia en una sociedad que parece haber dado la espalda a la trascendencia.
Covadonga y Feliciano pronunciaron su promesa en manos de María del Carmen Calama, Presidenta de la Fraternidad Laical de Santo Domingo, “Nuestra Señora de Atocha”, y de fray Iván Calvo, asistente de esta Fraternidad, en lugar del Maestro de la Orden de Predicadores, fray Gerard Timoner, alegres y convencidos del paso dado para la proclamación del Evangelio de Jesucristo, según su condición de laicos, bajo el carisma de Santo Domingo de Guzmán.
Los miembros del Coro Parroquial, muy entregados, acompañaron durante toda la celebración con su habitual maestría artística, sobremanera, interpretando con emotiva belleza musical el Himno del Jubileo de la Orden de Predicadores, en el VIII Centenario de su Fundación (Laudare, Benedicere, Praedicare).
Imitemos, hermanos, en la medida de nuestras fuerzas, las huellas paternas, dando al mismo tiempo gracias al Redentor, que concedió tal caudillo a sus siervos por él regenerados, y pidamos al Padre de las misericordias que, regidos por aquel espíritu que mueve a los hijos de Dios, […] merezcamos llegar sin descarríos a la misma meta de
perpetua felicidad y sempiterna bienandanza en la que nuestro padre felizmente ya entró. Amén.
(Libellus de principiis Ordinis Praedicatorum, del beato Jordán de Sajonia).
Finalizado el acto, los nuevos profesos recibieron las felicitaciones de los frailes de la Comunidad, de sus familiares directos y de los amigos que pudieron acudir al acto, así como de los hermanos y hermanas allí presentes de la propia Fraternidad “Ntra. Sra. de Atocha”, y de las otras fraternidades laicales de Madrid, junto a las personas de la parroquia que participaron en la celebración.