Quiénes somos

 


Testimonio de Micaela Bunes Portillo

De Santo Domingo he aprendido que la mejor manera de amar a los hermanos es en la Verdad

Soy laica dominica y estoy en la Orden de Predicadores como respuesta a una llamada. En ella soy constantemente interpelada desde el compromiso que he adquirido al pronunciar mi promesa: quiero ser testigo de la misericordia de Dios y anunciar el Evangelio que es Buena Noticia para el mundo.

No creo que la vocación dominicana, la vocación del laicado, sea una vocación para el tiempo libre. Los laicos tratamos de vivir nuestra vocación, en medio de nuestra actividad que es tiempo humano que el Señor nos regala para llevar la esperanza a los que viven sin ella. Si callamos mientras estamos en activo, si aplazamos nuestros compromisos hasta tener tiempo, ¿quién hablará de Cristo?

Nuestra misión es la predicación y viene siéndolo desde que hace 800 años comenzó nuestro Padre Santo Domingo a predicar la misericordia de Dios a las gentes del sur de Francia. La predicación de Santo Domingo tuvo como fuente de inspiración la contemplación de los misterios de Dios, que son misterios de amor. Fue un hombre enamorado del Señor, encendido por su Palabra. Y este fuego nos ha quemado a muchos.

Esta gran obra de predicación de la Iglesia, necesita nuevas voces, para que se nos oiga más alto y más claro que a los que predican la muerte. Por eso estamos aquí.

Seguimos a Cristo resucitado, Él va delante de todos. Yo soy compañera de viaje y así me presento. Lo espero todo del Señor, también que me confirme y me haga fiel a este servicio a la Iglesia, que no solo da sentido sino que llena de alegría mi vida.

 

Dña. Micaela Bunes Portillo, OP
Fraternidad Laical de Santo Domingo de Murcia
Contactar

 

 

¿Te ha gustado? ¡Compártelo!  
Contactar
Realizada por: