Quiénes somos
Los laicos dominicos somos personas, que compartimos el mismo carisma y misión que Santo Domingo de Guzmán. Lo realizamos desde y en nuestra vida diaria, en el mundo y en los quehaceres de todos los días.
Nos sentimos llamados a ser esa luz del mundo y esa sal de la tierra de la que nos hablaba Jesús, no por nuestros méritos, sino por voluntad del mismo Señor. Y realizamos nuestro trabajo y nuestra misión como Iglesia, inspirados en el carisma dominicano.
Como parte de la Orden de Predicadores, somos una rama más de la Familia Dominicana y deseamos vivir gozosa y activamente, junto con todos los que la forman, el carisma de Domingo. Nos incorporamos a la Orden mediante la promesa que hacemos al Maestro de la Orden. Formamos Fraternidades de hermanos y hermanas abiertas a cuantos se sientan llamados a ser predicación viva de la Palabra.
Tomado en un sentido más elemental, una Fraternidad de laicos dominicos es un espacio donde convergen personas que desean compartir juntos un camino buscando vivir su fe en comunidad, un espacio donde compartir inquietudes y retos como ciudadanos de este nuevo siglo, una comunidad que pretende integrar fe y vida en su caminar de cada día, un espacio en donde recibir una mejor formación doctrinal para profundizar y madurar en su fe.
La Iglesia necesita de familias diversas y con diversos carismas, para diversas tareas. Por eso los laicos dominicos queremos colocarnos ante el complejo mundo de hoy con un nivel de formación adecuado que nos permita participar en los debates actuales, ante los desafíos de la ciencia en su relación con la fe, en la noble lucha por los derechos de la persona humana, ante el reto del ateísmo y de las sectas, ante los problemas de la riqueza y la pobreza, los medios de comunicación, las cuestiones políticas, la economía de la sociedad imperante, etc.
Esto exige actuar desde la reflexión y la conciencia clara de una misión que no puede defraudar. Excluye, por ello, la superficialidad y la ambigüedad como forma de situarse ante la vida.