Testimonio de Herminia Navarro y José Vicente Vila
Solo pedimos al Señor y a nuestro padre Santo Domingo, que podamos seguir dando testimonio de lo que somos, con nuestra coherencia de vida.
Somos matrimonio desde hace 37 años.
En el seno de nuestras familias nos hemos educado e iniciado en la fe, y allí crecimos en nuestra conciencia religiosa.
Nos conocimos por azar, siendo muy jóvenes, nos enamoramos y, tras finalizar nuestros estudios, nos unimos en matrimonio, cuya ceremonia religiosa preparamos con esmero, más aun que la celebración festiva.
Nunca habíamos tenido contacto con los dominicos, salvo en mi época de instituto, que siempre perdíamos la final del campeonato de balonmano escolar frente al equipo del colegio de los dominicos, cuando alquilamos un pequeño chalet en la colonia veraniega del El Vedat, en Torrent a 10 Kms. de Valencia, donde residimos.
El primer y segundo fin de semana que pasamos en el chalet fuimos a misa a la iglesia que hay en el Vedat, muy cercana a nuestro chalet, y la verdad es que fue decepcionante.
El siguiente fin de semana comentamos, ya que aquí cerca está la Facultad de Teología de los P.P. Dominicos y tienen varias misas para los fieles: acudamos allá.
Verdaderamente el cambio fue notable. No había muchos fieles y la celebración se hizo en el coro del altar. Fue una autentica celebración en familia, sentida y a la que extrajimos todo el provecho posible. Íbamos con nuestra hija, que entonces tenía unos 4 años. El padre Fabián Puerto, además de habernos encantado con su homilía, se dirigió a nosotros tras la celebración, tratándonos como si fuésemos parte del convento. Tanto que nuestra hija quedó prendada.
Desde entonces comenzamos a acudir todo lo asiduamente que podíamos, el padre Fabián, como el resto de la comunidad nos conquistaron y, nosotros, intentábamos colaborar en las celebraciones lo que podíamos.
Pasado un tiempo, el padre Fabián nos comentó que en el convento había una Fraternidad de Seglares y nos invitaba a conocerlos. Nosotros nos excusamos con nuestro trabajo, ya que es muy anárquico, pues Herminia es Matrona y yo soy Ginecólogo, y tenemos que estar disponibles las 24 horas del día los 365 días del año.
Poco tiempo después, se organizaron una charlas para conocer la Orden Seglar de los dominicos y el P. Fabián nos volvió a invitar y acudimos.
Ese día fuimos conquistados por la Orden. Nosotros profesábamos ya un cariño sentido hacia la obra de Santo Domingo, pero al conocer a los seglares, el cariño con que nos trataron y lo apasionante del reto que nos ofrecía, decidimos probar.
Tras un tiempo en que comenzamos a conocer la orden por dentro, formarnos en el carisma de Domingo y convencernos de que queríamos aceptar ese regalo que Dios nos daba, solicitamos nuestro ingreso en la Orden. De eso ya han transcurrido 18 años.
En este tiempo, lo que nos parecía imposible de asumir, por falta de tiempo, lo hemos hecho convencidos y sin crearnos problemas con nuestra profesión. Hemos tenido tiempo para todo: nuestra formación como dominicos, nuestro tiempo de oración y estudio y, sobre todo, nuestro apostolado.
Somos los dos, patronos de la "Fundación Hogares San Martín de Porres de la Comunidad Valenciana" donde tenemos 2 casas en las que tenemos acogidos unos 16 hombres sin techo, donde se les enseña y ayuda a recuperar sus hábitos higiénicos y sociales y a devolverles lo más importante: su dignidad. Se les ayuda a deshabituarse del alcohol y, en fin, se intenta que crezcan como personas.
En nuestra vida profesional no nos escondemos de ser dominicos y, gracias a Dios, intentamos desde nuestra posición de trato a los enfermos con cariño y respeto, ayudándoles como profesionales y como cristianos e intentando, con nuestro testimonio, predicar el Reino de Dios.
Ya en varias ocasiones, en nuestro ambiente de trabajo, cuando se han enterado de nuestro compromiso con la Orden, nos comentan que "se nos nota", que transmitimos "algo" que no ven en otros.
Solo pedimos al Señor y a nuestro padre Santo Domingo, que podamos seguir dando testimonio de lo que somos, con nuestra coherencia de vida.
Como proyectos inmediatos, estamos esperando que nos llegue nuestra jubilación oficial, que nos queda poco, para poder ir a colaborar con la obra que los dominicos de Aragón tienen en Asunción (Paraguay), en la barriada de los Bañados de Tacumbú, donde el P. Pedro Velasco ha realizado una obra impresionante en favor de los "más pobres entre los pobres".
Que el Señor nos de fuerzas y ánimo para poder cumplir nuestro deseo.
Dña. Herminia Navarro Martínez O.P. y D. José Vicente Vila Castellar O.P.
Fraternidad Laical de Santo Domingo de Torrent (Valencia)
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