FIESTA HERMANOS DE ORACIÓN DE LAS FRATERNIDADES LAICALES DE MADRID
Celebración de la fiesta de los hermanos de oración en las Fraternidades Laicales de Santo Domingo de Madrid. Desde hace años esta celebración se hace de manera conjunta por las fraternidades de la provincia de Hispania ubicadas en Madrid.
Celebración de la fiesta de los hermanos de oración en las Fraternidades Laicales de Santo Domingo de Madrid. Desde hace años esta celebración se hace de manera conjunta por las fraternidades de la provincia de Hispania ubicadas en Madrid. En esta ocasión también se unieron los prenovicios y miembros del grupo de MJD de Atocha.
El pasado 19 de enero, hermanas y hermanos de las fraternidades de San Martín de Porres, Santísimo Cristo del Olivar y Nuestra Señora de Atocha se reunieron, en los locales de la parroquia Nuestra Señora de Atocha, para celebrar la fiesta de los
hermanos de oración. En esta ocasión se unieron a la celebración los miembros del MJD Jaire (grupo del Movimiento Juvenil Dominicano de Atocha), los prenovicios de la Provincia de Hispania y el asistente religioso de la fraternidad y prior de la comunidad de frailes de Atocha.
La celebración se inició con el rezo de vísperas. Tras la oración hubo un momento para compartir la vida, situación actual, los objetivos y retos para el nuevo año. Así pues, se comentaron
próximas actividades y posibilidades de misión, encuentros, admisiones y promesas, etc. Fue significativa, en ese compartir, la preocupación por la disminución del número de frailes en los conventos de la ciudad a la par de la convicción de que como familia dominicana unida tendremos que dar respuesta a las situaciones que nos depare el futuro por retadoras o difíciles que estas sean.
El encuentro continuó con el sorteo de hermanos de oración, estableciéndose al azar 34 parejas de hermanos de oración, entre frailes, laicos y jóvenes del MJD de las comunidades, fraternidades y
grupos de Madrid. Durante todo el año cada uno de los hermanos de cada pareja rezarán mutuamente el uno por el otro.
La tarde terminó con una merienda en la que se prolongaron conversaciones, complicidades y el sentimiento de salir de la celebración fortalecidos como familia dominicana.
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Pidamos a nuestro Padre Santo Domingo que interceda para que crezcan las vocaciones en frailes, monjas y laicos, de manera que puedan seguir predicando la Palabra de Dios con fidelidad y entrega.
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